Como paso previo a la negociación y en busca de una posición de consenso, el día 4 de febrero los sindicatos con representación en Mesa mantuvimos una reunión para seguir trabajando en los puntos comunes con el fin de reforzar el grueso de los contenidos de la negociación.
El 6 de febrero dichas centrales representativas fuimos convocadas a distintas horas por la Dirección para una evaluación de la situación y de nuestras propuestas con una aparente finalidad constructiva. Mismo paso al día siguiente con aquellos que no tienen representación, por lo que es obvio que esta Dirección ha recibido más que de sobra propuestas de todo tipo, tras lo cual exponemos nuestras conclusiones al respecto.
A diferencia de otras organizaciones sindicales, desde UGT tenemos un mayor grado de autoexigencia en esta cuestión así como un tono crítico más elevado, ya que como impulsores de la iniciativa que propicia el acceso de los Agentes de Movilidad a Policía Municipal, también asumimos el compromiso de velar en todo momento por las condiciones laborales de quienes por decisión propia, deseaban permanecer en el colectivo de Movilidad, y es por ello que no podemos ni debemos bajar la guardia ante el actual estado de estancamiento en la negociación.
Debemos reprochar a la Dirección su desgana en la construcción de una propuesta viable, constructiva y consensuada, ya que como ha quedado claro en esta exposición, ha tenido documentación de sobra en este sentido. Como ejemplo patente de ello y objeto de reproche en la reunión, es que la apertura de la mesa negociadora ha sido a iniciativa de la parte social.
El inicio de la reunión ya fue una declaración de intenciones en toda regla: parafraseando a Sabina, “Yo, mi, me, conmigo”. El Subdirector entonó un monologo verbal –lo que supone una falta de respeto con la parte social a la que se le priva de la preceptiva documentación para su análisis- para ir a ninguna parte, ya su propuesta carecía de los mimbres adecuados que debían haberse sembrado con el material de las iniciativas sindicales presentadas y abrazaba el inmovilismo y la sordera como estandartes de su política negociadora. Sin entrar a desarrollar el borrador que ya es conocido por la plantilla, si podemos hacer una calificación de los elementos y el espíritu de la misma:
- Falta de previsión en la elaboración de la misma, ya que remiten buena parte de los asuntos prioritarios a presupuestos del 2020. Si hubiera habido una mayor voluntad y anticipación de apertura, otro gallo cantaría.
- Desaprovechamiento e indiferencia por la conciliación familiar, que podía haber sido una fórmula sensata para la cobertura del nuevo turno de 10 a 17h
- Recortes en los avisos de la bolsa de 24h, que pasan de 5 días a 72 horas
- Incentivos económicos de escaso atractivo para la plantilla y tergiversación de aportaciones sindicales
Como conclusión, cabe destacar que la propuesta recibió el reproche y rechazo total por las centrales sindicales, ante lo cual el Director propuso el envío de un borrador de la misma para que los sindicatos incluyéramos las alegaciones convenientes y el cual esperamos cuente con la aprobación de las instancias económicas municipales, para no seguir sufriendo procesos dilatorios en la negociación.
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