Desde el inicio de los recortes a los funcionarios públicos los trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento de Madrid venimos reivindicando la devolución de los derechos que tanto nos ha costado tener, y que nos fueron robados como solución a la crisis. Así una vez más volvemos a gritar frente al Palacio de Cibeles, despidiendo a Ana Botella, la alcaldesa no electa, impuesta por las aspiraciones políticas de su predecesor y cuyas «virtudes» no solo hemos sufrido los trabajadores del Ayuntamiento, sino todos los madrileños.