Tras analizar el proyecto de presupuestos para 2017 presentado ayer por el equipo de gobierno, desde UGT nos reafirmamos en la denuncia que, desde hace tiempo, llevamos presentando a la sociedad madrileña sobre la falta de personal del Servicio Municipal encargado de velar por las situaciones de emergencia sanitaria de los ciudadanos y visitantes de Madrid. Nos produce estupor e indignación ver como se aboca a la plantilla a la precariedad y sobreexplotación vía horas extras, pasando de los 277.098 € presupuestados en 2016 en el concepto de gratificaciones por servicios extraordinarios, a los 1.821.477 € presupuestados en 2017, cargando una vez más el déficit de plantilla sobra las espaldas de los trabajadores de SAMUR-Protección Civil.
Esta dejación de los problemas de la plantilla se une a la errática política que asola la Dirección General de Emergencias desde que tomara posesión Javier Barbero con una falta de proyecto, que parece adolecer, si analizamos otros colectivos del área, su escasa implicación e incomodidad sobre lo que denominamos “el triángulo de la emergencia” que forman SAMUR, Policía Municipal y Bomberos, abandonados a su propia inercia y que prestan servicio gracia a la implicación de los componentes de todos estos colectivos.
Destacamos la incomprensible y pésima gestión realizada por los responsables del Área de Gobierno de Seguridad, Salud y Emergencias, que permite que el grueso de la plantilla tenga pendiente el cobro de pluses como es la productividad por objetivos desde finales de 2015, mientras que el equipo directivo de libre designación ya ha cobrado dicho concepto en el mes de agosto. Esta desigualdad es ahondada por la desproporción del monto dedicado a la retribución por este concepto de la cúpula directiva, que, como se puede ver en el mismo análisis efectuado desde la Concejalía de Hacienda sobre la ejecución del presupuesto a fecha de agosto, constata que de 3.499.050 € presupuestados para el pago de la productividad en 2016 se han dispuesto de 1.800.860,28 € ,sin que la plantilla haya recibido ningún pago, situación que crea un profundo malestar y discriminación en una plantilla de 700 trabajadores y un equipo directivo de 20 personas.
Por todo ello, desde UGT exigimos la rectificación de la política autista del responsable del área, Javier Barbero, para solucionar los errores de gestión que llegan a retrasar más de 11 meses el cobro de los complementos por parte de la plantilla y que de una vez por todas abandone la precariedad laboral a la que ha llevado a la plantilla del SAMUR-PC, apostando por un incremento sustancial de personal en lugar de abocar a la plantilla a la semiesclavitud mediante partida de horas extras que perpetuán la inestabilidad, el clientelismo y la falta de empleo.
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