Tras la concentración de los trabajadores de SAMUR, realizada ayer el Delegado del Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, lejos de afrontar el problema y mantener cualquier tipo de comunicación con los trabajadores del servicio, decidió marcharse por la puerta de atrás y volver a realizar manifestaciones en la prensa, afirmando que el diálogo social continúa abierto y repitiendo con cierta desgana el discurso del “esfuerzo” municipal por la incorporación de 70 componentes en el servicio de SAMUR.
Debemos aclarar que esta incorporación de efectivos realizada fue consecuencia de las reivindicaciones de los trabajadores y tan solo supuso un pequeño alivio a una situación francamente grave respecto a la carencia de plantilla suficiente para atender las necesidades de los ciudadanos de Madrid que debemos estimar en una incorporación mínima de unos 200 efectivos para conseguir una prestación satisfactoria. Pese a este inicio prometedor, nos vemos obligados a denunciar que la citada medida de incorporación no está completada al 100% y faltan por cubrir no solo las plazas comprometidas, sino todas aquellas aprobadas para la oferta de empleo público de 2016. Carencias e incumplimientos que, como hemos reiterado, lastran la eficacia de un servicio esencial que se sostiene por la profesionalidad de sus trabajadoras y trabajadores.
El déficit de plantilla en el servicio de SAMUR es una mal endémico y mantener abiertos foros de negociación en los que no se llega a ninguna conclusión o compromiso, ni se adoptan medidas que favorezcan el desarrollo del servicio y la prestación del mismo al ciudadano, no sirve absolutamente para nada, más allá de falsear ante la opinión pública una estéril “vocación de diálogo”. Como muestra de lo que no sabemos si calificar como desinterés, hastío o incompetencia, basta recoger las declaraciones del Delegado Sr Barbero a la prensa donde dice, a estas alturas de su mandato, que todavía “le están dando vueltas” a la problemática del SAMUR, plantilla, estructura, etc. Resultan casi insultantes.
Por tanto, estas centrales sindicales mantendrán la posición de reivindicación y protesta el tiempo necesario y adoptando las medidas oportunas, hasta que se solucione la precaria situación de una plantilla escasa que puede poner en peligro la salud de los ciudadanos y visitantes de la ciudad de Madrid, sin cerrar los cauces de negociación y diálogo.